Nos pasamos la vida buscando a nuestra media naranja,sentimos que fracasamos cuando creemos encontrarla y al final todo fue un paréntesis.
Los hombres no quieren una media naranja (al menos un 50% de ellos) son felices enseñando músculos y subiéndose los cuellos de la camisa para fardar. Tontas nosotras les seguimos el juego creando una ilusión que tarde o temprano se acabara rompiendo. Por eso yo digo que no tengas una media naranja; se Un limón salvaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario