sábado, 12 de enero de 2013

Ir tirando, mirando hacia delante, hasta el día que la palmes

Acumular miseria tras miseria, apilarlo sobre una cucharilla y disolverla con una gota de bilis, después chutárlo por una vena apestosa y purulenta y vuelta a empezar, seguir igual, levantarse, salir, atracar, robar, putear a la gente, lanzándonos con anhelo en pos del día en que todo saldría mal, porque no importa cuánto guardes para mañana o cuánto robes, nunca tienes suficiente, no importa la frecuencia con que salgas a atracar y a joder a la gente, siempre tienes que levantarte y volverlo a hacer todo otra vez. 

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